Para Lucie Azema, explore el mundo, conozca a otros, era obvio. Sus estudios acababan de comenzar, ya estaba explorando Oriente Medio por su cuenta, y durante diez años este joven periodista ha vivido y trabajado en Líbano, India e Irán, y ha viajado a muchos países. Por una pasión por viajar pero también por liberarse de las cadenas de la condición femenina, hay que un día su sexo le saltó en la cara. “De niño devoraba a Julio Verne o Jack London, y más tarde a todos los grandes clásicos, para convertirme en un viajero “de verdad”. Pero cuando leí La Route de Jack Kerouac, me llamó la atención su manera de hablar de las mujeres. ¡Él no les da un nombre, es solo «una chica caliente atrevida» o «un chico guapo caliente»! Estos grandes libros, firmados solo por hombres, no solo fueron textos evocadores e inspires, sino que también transmitieron una cosmovisión singularmente sexista y misógina y le cerraron la puerta en las narices.
«Desde» la Ilíada «y» la Odisea «, el viaje es parte de un rito de separación, iniciado
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